AL DEBATE

Declaración de Buenos Aires. CELAC

           DESCARGAR  

Texto más leído

domingo, 15 de agosto de 2021

Método dialéctico marxista


Método dialéctico marxista

Único método científico de conocimiento. Creado por Marx y Engels, y desarrollado en condiciones históricas nuevas por Lenin y Stalin, es la ciencia de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento. Este método es parte integrante de la filosofía marxista –el materialismo dialéctico e histórico– (ver Materialismo dialécticoMaterialismo histórico) y constituye una guía para la acción revolucionaria del partido proletario. 

En su artículo “La correspondencia de Marx y de Engels”, Lenin subraya el significado de la dialéctica materialista para la teoría del comunismo científico, la estrategia y la táctica del partido comunista, la síntesis de los descubrimientos científicos: “Si se trata de definir, por así decir, el foco de toda la correspondencia, el punto central hacia el cual converge todo el haz de ideas emitidas y estudiadas, esa palabra será la dialéctica. La aplicación de la dialéctica materialista a la economía política con vistas a reestructurarla de cabo a rabo, a la historia, a las ciencias naturales, a la filosofía, a la política y a la táctica de la clase obrera, tal es lo que más interesa a Marx y Engels; allí aportan lo esencial y lo más nuevo; en eso consiste su marcha genial adelante en la historia del pensamiento revolucionario” (LeninMarx, Engels, Marxismo, Ed. rusa).

El método dialéctico marxista nació y se desarrolló en lucha contra el método metafísico, método anticientífico (ver Metafísica) y contra la dialéctica idealista de Hegel (ver). Utilizando el núcleo racional de la dialéctica hegeliana, la teoría del desarrollo, Marx y Engels fundaron un método dialéctico nuevo, diametralmente opuesto a la dialéctica idealista de Hegel. La oposición entre el método dialéctico marxista y el método de Hegel expresa la oposición entre las concepciones del mundo proletaria y burguesa. La dialéctica de Hegel es idealista y engañosa, puesto que afirma que no es el mundo real el que se desarrolla, sino la “idea absoluta”. La naturaleza es considerada como una substancia “inferior” con relación al espíritu, y no se reconoce el desarrollo del mundo material. Aplicada a la historia de la sociedad, la dialéctica de Hegel no reconoce el devenir más que en el pasado, y lo niega en el presente y en el futuro. En determinada etapa, la evolución de la sociedad se detenía; y el grado supremo de toda la evolución, era, para la filosofía hegeliana, el Estado reaccionario de los feudales prusianos de fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX.

En oposición a la dialéctica hegeliana, la dialéctica marxista es materialista; la base del desarrollo es el mundo objetivo y real, la naturaleza material, mientras que la conciencia y las ideas, sólo son reflejos de la naturaleza. De conformidad con la propia realidad, la dialéctica de la naturaleza extiende los principios del desarrollo a la naturaleza. En sus obras, los clásicos del marxismo, han destacado el carácter dialéctico de la naturaleza, basándose en las grandes realizaciones de la ciencia. En oposición a la dialéctica hegeliana, el método dialéctico marxista es esencialmente revolucionario y abarca el presente y el porvenir de la sociedad humana. Rechaza como absurda la afirmación según la cual, el desarrollo de la sociedad se detiene en cierta etapa. Aplicando la dialéctica revolucionaria al análisis del modo de producción capitalista, Marx demostró en El Capital (ver), su obra maestra, que el fin del capitalismo y el pasaje de la humanidad al comunismo son inevitables.

Los principales rasgos característicos del método dialéctico marxista son los siguientes:

1) La naturaleza es considerada como un todo coherente, en que los objetos y los fenómenos dependen los unos de los otros: todo se halla vinculado y en interacción;

2) La naturaleza está en estado de movimiento perpetuo, de cambio, de renovación, y cada cosa nace y se desarrolla constantemente, cada cosa muere y desaparece: todo está en movimiento, todo cambia;

3) El desarrollo de la naturaleza es un proceso en el cual se efectúa, luego de una acumulación gradual de pequeños cambios latentes, cuantitativos, el pasaje por medio de saltos a cambios visibles, radicales, cualitativos: los cambios cuantitativos se transforman en cambios cualitativos. El desarrollo no es una simple repetición del pasado, sino un movimiento progresivo del grado inferior al grado superior, un movimiento cuya curva no es circular sino ascendente;

4) Las contradicciones internas son inherentes a los objetos y a los fenómenos, toda cosa tiene un lado positivo y un lado negativo y comprende elementos que perecen y otros que se desarrollan. La lucha entre lo que perece y lo que se desarrolla constituye el contenido interno del desarrollo, de la transformación de los cambios cuantitativos en cambios cualitativos: la lucha de los contrarios hace avanzar. 

Estos principios del método dialéctico se aplican íntegramente al desarrollo de la sociedad. Cada formación económico-social (por ejemplo, la esclavitud, el feudalismo, el capitalismo, el socialismo) constituye un todo en el que los diferentes aspectos y fenómenos (modo de producción de los bienes materiales, ver; régimen político, vida espiritual) se encadenan y actúan los unos sobre los otros. Las ideas sociales, las instituciones políticas cuyas raíces se hunden en el régimen económico, base de la sociedad, ejercen una acción de retorno sobre el régimen económico, fundamento de esta acción recíproca. La sucesión de las formaciones económico-sociales en la historia de la sociedad da fe del movimiento continuo que reina en la vida social. En la sociedad como en la naturaleza, sólo es invencible lo que nace y se desarrolla. La substitución de una formación económico-social por otra, representa un salto, una transición revolucionaria de un estado cualitativo de la sociedad a otro como consecuencia de la acumulación de cambios cuantitativos. Así es como la acumulación gradual de las fuerzas del proletariado (crecimiento numérico, mejor organización, progreso de su conciencia de clase, reforzamiento de sus lazos con todos los trabajadores y explotados) desemboca en la revolución socialista y en la transformación del proletariado, de clase oprimida y explotada bajo el capitalismo, en clase dominante que orienta el desarrollo de la sociedad hacia el comunismo. Esta victoria implica condiciones objetivas engendradas por la evolución económica bajo el capitalismo. Toda formación histórica nueva representa un progreso, un grado superior en relación a la formación social anterior; el capitalismo es un régimen social superior al feudalismo, mientras que el socialismo señala, en relación al capitalismo, un grado infinitamente superior de la evolución social. El motor de este proceso es la lucha de clases que se prosigue en todas las formaciones sociales antagónicas, y que traduce la contradicción existente en el modo de producción mismo, la contradicción entre las fuerzas productivas (ver) y las relaciones de producción (ver). La historia de la sociedad, como la de la naturaleza prueba que todo se desarrolla dialécticamente en el mundo. Uno de los principios esenciales de la dialéctica marxista, único método científico de abordar los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad, proclama la necesidad de verificar por medio de la práctica las verdades adquiridas, de tener en cuenta las nuevas condiciones históricas y los cambios debidos a la actividad práctica de los hombres.

La dialéctica no se limita a estos rasgos principales, esenciales, sino que halla su expresión en algunas de las otras categorías importantes. (Ver Esencia y fenómenosForma y contenidoHistoricidad y lógicaNecesidad y casualidadPosibilidad y realidad, &c.).

La dialéctica materialista es al mismo tiempo, la teoría del conocimiento; sólo la teoría dialéctica del desarrollo permite comprender el conocimiento como proceso; ver cómo el conocimiento se desarrolla histórica y lógicamente; revelar la naturaleza dialéctica de los conceptos, &c. La dialéctica es también la lógica: doctrina del carácter dialéctico de las leyes y de las formas del pensamiento.

Lenin llama a la dialéctica materialista “el alma del marxismo”. Al aplicar la dialéctica al análisis de las nuevas condiciones históricas de la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias, al análisis de la edificación de la sociedad socialista, Lenin y Stalin defendieron la dialéctica marxista contra los ataques de los oportunistas y de los reformistas; la enriquecieron y la elevaron a un grado nuevo, superior. Las nuevas condiciones históricas de la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias, así como las de la construcción del socialismo, pusieron en primer plano los problemas de la dialéctica. Sin la riqueza del método dialéctico, era imposible ver claro en medio del brusco viraje operado por la historia en nuestra época; era imposible definir netamente las tareas que incumbían al proletariado y a su partido revolucionario en el curso de este nuevo período; imposible elaborar acabadamente la táctica y la estrategia de su lucha. Toda la actividad heroica del Partido Comunista de la Unión Soviética es un modelo de aplicación creadora de la dialéctica materialista, de la filosofía marxista en su conjunto, a la estrategia y a la táctica de la clase obrera en su lucha por la revolución socialista, por el socialismo.

Contrariamente a la metafísica, base metodológica de las teorías burguesas que postulan la existencia eterna del capitalismo y de las teorías reformistas de “la integración gradual” del socialismo en el capitalismo, la dialéctica marxista pertrecha a los revolucionarios proletarios, a los combatientes del comunismo, con un conocimiento exacto de las leyes objetivas que rigen el desarrollo y la transformación revolucionaria de la sociedad. La dialéctica marxista enseña que, para practicar una política revolucionaria justa, es preciso orientarse hacia las capas de la sociedad que se desarrollan y tienen porvenir, es preciso mirar adelante y no atrás, es preciso ser revolucionario y no reformista, es preciso no disimular las contradicciones, sino ponerlas en descubierto y superarlas, es preciso practicar una política proletaria implacable de lucha de clases. La dialéctica marxista establece la necesidad y la legitimidad de las revoluciones de las clases oprimidas y enseña que sólo un salto revolucionario, una revolución social es capaz de destruir los fundamentos de la sociedad explotadora y asegurar la construcción de la sociedad socialista.

Los trabajos de Lenin y de Stalin, de sus discípulos y compañeros de armas, así como las decisiones del Partido Comunista, han revelado los rasgos nuevos, las formas nuevas bajo las cuales se manifiestan las leyes generales del desarrollo dialéctico después de la victoria de la revolución proletaria en la U.R.S.S. Si Marx en El Capital analizó la dialéctica de la sociedad capitalista, Lenin y Stalin, en sus trabajos sobre la construcción del socialismo en la U.R.S.S., estudiaron la dialéctica de la transición del capitalismo al socialismo, la dialéctica del desarrollo del propio socialismo. Para construir el comunismo, el Partido Comunista se apoya, en toda su actividad, en el conocimiento de las leyes dialécticas objetivas del desarrollo. La generalización teórica de la experiencia práctica del Partido es de un alcance inapreciable para el desarrollo del método marxista. 

El método dialéctico marxista reviste una importancia enorme para las ciencias de la naturaleza. La dialéctica es el único método valedero, el instrumento irreemplazable de la investigación científica. Los datos más recientes de todas las ciencias de la naturaleza confirman plenamente la justeza del método dialéctico marxista, que se convierte en parte inseparable de círculos cada vez más amplios de sabios progresistas, no sólo en la Unión Soviética, sino en el mundo entero. 

(Ver igualmente SaltoConexión e interacción de fenómenosTransformación de cambios cuantitativos en cambios cualitativosLucha de contrariosMovimientoNuevo y viejo).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:356-359

https://www.filosofia.org/enc/ros/meto1.htm

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario